Los años finales de la década de los 80 y principios de los 90 vieron a , brillar en con propuestas inigualables, combinando sombreros llamativos, trajes de diseñadores top y un estilo que . Aquí los momentos más memorables:

Diana asistió a Royal Ascot junto al príncipe Andrés, luciendo un vibrante traje naranja diseñado por Jan Van Velden, acompañado de un sombrero estructurado creado por Frederick Fox. Un debut cromático que anunció la llegada de una nueva reina del estilo.

Ese año apostó por el clásico blanco y negro, con un conjunto firmado por . El corte sobrio y el contraste de colores marcaron en la exclusiva carrera.

También en 1986, apareció con una elegante chaqueta peplum color crema, combinada con un sombrero de la casa . Fue una propuesta más delicada, que equilibraba muy propio de la princesa.

En la edición de 1987, Lady Di brilló con . Lo combinó con un sombrero impecable de , y el look fue el favorito de muchos fashionistas por su juego de líneas y estructura.

Diana sorprendió con un traje blanco acompañado por , en un guiño juguetón que contrastaba con la sobriedad del corte. Como ya era tradición, su sombrero lo firmaba .

Ese mismo año apareció también con un , obra de . Sobrio pero ultra chic, perfecto para una jornada de carreras bajo el sol británico.

Otro look del ’88 que sigue en el imaginario colectivo es su , nuevamente de . El sombrero de ala ancha de completaba una imagen que combinaba elegancia clásica con un toque divertido.

En 1989, Diana optó por el romanticismo con , acompañado de un sombrero del mismo tono creado por . La suavidad del color le daba un aire de cuento de hadas moderno.

Un año después, se atrevió con una mezcla inesperada: rojo y morado. El traje, también de Walker, que contrastó con la sobriedad de sus elecciones anteriores y demostró que Diana podía romper reglas y seguir luciendo increíble.

Ese mismo año, volvió a sorprender durante el evento con una combinación de rosa y azul, también de . Esta vez, el sombrero tenía un diseño más estructural, , que impactó en la época.

Finalmente, en 1991, Diana hizo una de sus apariciones en Ascot con un traje blanco de que resumía toda la evolución de su estilo: .

Diana en Royal Ascot no solo asistía a carreras; desfilaba su estilo como un lienzo viviente: .

Los sombreros de Frederick Fox y Philip Somerville fueron coronas visuales de cada look. Los cuales siguen motivando a expertos y diseñadores, inspirando a la realeza moderna, influencers y fans.